La música y su vibración. (Parte II)
Como vimos en la parte I, los sonidos emiten frecuencias y vibraciones, así como el universo, lo que nos lleva a… el universo emite sonidos también, o eso era lo que los griegos decían y creían, basados en “la teoría de las esferas”
Como en casi todo, los griegos teorizan por primera vez la música o mejor dicho la mousike. Por ejemplo, Pitágoras con su experimento matemático les da vida y sentido a las notas, él puso una cuerda tensada sobre dos ejes (monocordio), esta como cualquier cuerda tensada emite un sonido, al tocar la mitad el sonido producido sonaba una octava de distancia, al tocar 2/3 partes se emitía una 5ta de distancia de la nota original, y así sucesivamente hasta que salieron las 7 notas de la escala musical.
En la “teoría de las esferas” Pitágoras, filosofo griego, determino que los sonidos que emite cada cuerpo celeste en el tiempo en que tardan en recorrer su orbita, equivale a cada nota musical, y la distancia entre cada uno de ellos, a los intervalos que hay entre los tonos.
Luego llego Kepler para perfeccionar estos conocimientos con un método más geométrico:
Sus estudios descubrieron que algunos planetas permanecen mayor tiempo en una nota, ya que al girar los planetas alrededor del sol, se alejan y acercan de este, cambiando la fuerza de gravedad y por lo tanto el intervalo emitido.
Fue entonces cuando Kepler; astrónomo, filosofo, matemático, afirmo que cada planeta tenia su propia melodía, y juntos, formaban la melodía más perfecta pero no audible para el humano debido al alcance de nuestros oídos que solo perciben entre los 20, y 20 000 Hz.
Afortunadamente para la NASA y su receptor de radio de baja frecuencia no fue algo imposible.
“Coro del amanecer” La Tierra
Nota: La Tierra solo varía un semitono en una proporción equivalente a la diferencia entre un “mi” y un “fa”, entre su afelio (lejos del sol) y su perihelio (cerca del sol).
Y si te quedaste con ganas de mas, Gustav Holst tiene una composición por cada esfera, aunque no se inspiró propiamente en sus sonidos reales, si no en las diferentes sensaciones y texturas de cada planeta, logrando evocar el misticismo de cada uno.
No te pierdas la última parte de “La música y su vibración” aquí, en tu revista La Cuarta Pared.
